Con el propósito de analizar el panorama pertinente a la salud mental en el Departamento, se instaló en nuestra alma mater el Segundo Consejo Territorial de Salud Mental, vigencia 2019, capítulo Quindío, máximo ente de control en esta problemática de salud pública en la región.
La junta congregó a representantes de la Secretaría de Salud Departamental y municipal, hospitales del Departamento, Defensoría del Pueblo, universidades vinculadas, Secretaría de Familia, Secretaría de Educación, buscando aunar esfuerzos para llevar a cabo acciones de promoción y prevención en pro de la salud mental de la población quindiana y asesorar al gobierno departamental en el seguimiento y puesta en marcha de la Política de Salud Mental para la región, donde la Universidad del Quindío, en su calidad de aliado estratégico, puso a disposición el auditorio del Jardín Botánico para el desarrollo apropiado de este consejo.
Nuestro claustro cuenta con voz y voto dentro de este comité, participando activamente mediante la articulación de algunos de sus programas académicos como Trabajo Social, Gerontología y Medicina principalmente, que se tornan socios indispensables por las intervenciones directas hechas en las comunidades mediante acciones de prevención, promoción y atención. Asimismo, son claves a la hora de formar el personal para que desarrollen un trabajo de calidad acorde a las necesidades territoriales.
Otro de los puntos en la agenda consistió en determinar el análisis del decreto reglamentario que dará vida jurídica al Consejo Territorial de Salud, la definición del plan de acción y la propuesta de trabajo por cada uno de los ejes temáticos para la adaptación de la política de Salud Mental en el Quindío.
Clara Soraya Nivia Montenegro, referente de salud mental del Departamento, explicó que con este tema se mide y se establece en un territorio por el número de suicidios que se generan. “El Quindío en los últimos 4 años ha estado dentro de los 5 primeros lugares por causa de muertes por suicidios y lesiones personales”, sostuvo. La experta explicó igualmente que el Departamento presenta una tasa muy alta frente al consumo de sustancias psicoactivas y violencia intrafamiliar.
A nivel departamental, se viene desarrollando a través de la Secretaría de Familia y la Secretaría del Interior, el programa de Familias Fuertes, Amor y Límites, que previene conductas de riesgo en niños, niñas y adolescentes de 10 a 14 años.
En ese sentido, la Secretaría de Salud viene generando capacitación al personal de salud y comisarías de familia en acompañamiento orientado a los escolares para poder identificar de manera temprana los riesgos asociados a intentos de suicidio y conducta suicida que pueda tener estos individuos, lo que se establece en un llamado permanente a las familias para identificar de manera temprana estos factores y posibles desencadenantes.
Es de resaltar que el departamento del Quindío fue el primero en adoptar la Política Nacional de Salud Mental en diciembre de 2018, la cual fue emitida el 27 de noviembre del mismo año a través de la resolución 04886.
En ese orden de ideas, el decano de la Facultad de Ciencias de la Salud, Jorge Luis Duque Valencia, explicó que por directrices del Ministerio de Salud, en cada territorio debe existir un consejo para la salud mental, tema que se constituye en un grave problema de salud pública a nivel regional y nacional, por lo cual, todos los actores vinculados deben aportar en la generación de un plan de acción concreto para la promoción y prevención de esta problemática.
“En el Departamento llevamos un lastre de gran influencia social de lo ocurrido con el terremoto de 1999. Esa tragedia dejó un obstáculo mental considerable. Somos una región de alta migración, los niños carecen de sus padres o tienen padres sustitutos; tenemos un problema económico muy fuerte, al ser uno de los departamentos con mayor desempleo del país. Adicionalmente, la falta de oportunidades, sumado a hogares disfuncionales, componen una carga emocional psíquica muy grande que recae sobre toda la población y se asocia a enfermedades como la depresión, la ansiedad y trastornos psicosomáticos. Es allí donde la Universidad debe vigilar las políticas para confirmar su impacto y contribución al tema de la salud mental de los habitantes”, defirió el dirigente Duque Valencia.