Como la institución pública de educación superior del departamento, la Universidad del Quindío tiene la responsabilidad intransferible de informar y formar a la comunidad, entre otros temas, en aquellos aspectos que atañen al desarrollo sustentable del entorno y a la gestión integral de riesgo de desastres, toda vez que su tercera misión institucional, la Extensión, procura el diálogo entre lo académico y lo social, mediante una transferencia apropiada y oportuna de conocimiento, que permita contribuir a la prevención de impactos negativos y a la solución de problemas que afectan a los ciudadanos y su ambiente.
Lo anterior ha hecho que nuestros expertos de la Facultad de Ingeniería y en particular del Programa de Ingeniería Civil, ejerzan su deber de hacer algunas precisiones al respecto de las observaciones del director del Departamento Administrativo de Planeación de Armenia, Fernando Arias Romero, publicadas en un medio de comunicación, sobre el estudio de Microzonificación Sísmica de la ciudad.
Así pues, en aras de proporcionar elementos que permitan aclarar eventuales percepciones que puedan llevar a malentendidos sobre el estudio de microzonificación, se produjeron los siguientes juiciosos planteamientos que giran en torno a los mitos y realidades que se han tejido alrededor del polémico tema:
Mito 1:
La microzonificación sísmica es innecesaria, ya que con la NSR-10 es suficiente para el diseño y construcción sismo resistente.
Realidad:
La NSR-10 es una norma de enfoque nacional y no considera las particularidades específicas de respuesta sísmica local; por esta razón, la microzonificación sísmica es necesaria y obligatoria para ciudades de capitales y de más de 100.000 habitantes, acorde con lo establecido por la propia normatividad.
Mito 2:
La microzonificación sísmica solo favorece a los constructores, porque el proceso constructivo se vuelve más económico que con la NSR-10.
Realidad:
La microzonificación sísmica permite el diseño y construcción sismo resistente considerando la respuesta sísmica local y particular específica para cada parte de la ciudad. Por esta razón, los diseños que se efectúen utilizando los estudios de microzonificación representan las fuerzas sísmicas probables esperadas en cada sitio de la ciudad. La construcción resultante, por lo tanto, será acorde con las fuerzas sísmicas probables esperadas para el sitio en consideración y, por ende, en la generalidad son más costosas y en una minoría pueden ser de menor costo. Sin embargo, siempre reflejarán la respuesta sísmica local particular del sitio.
Mito 3:
Con la microzonificación, las construcciones se tornan más inseguras pues ella permite construir con menores exigencias que las dadas por la NSR-10.
Realidad:
Todo lo contrario. Las fuerzas sísmicas para el diseño y construcción sismo resistente resultantes de la microzonificación, se ajustan a la verdadera respuesta sísmica local esperable en cada sitio de la ciudad y, por ello, se conseguirán construcciones más seguras que deberán adecuarse a las exigencias y realidades propias de respuesta sísmica del sitio donde serán construidas. Por otro lado, la microzonificación no modifica de ninguna manera los requisitos normativos de tamaño y cuantías mínimas de acero exigidos por la NSR-10.
Espero entonces que este aporte académico en torno al tema, proporcione las claridades que la ciudadanía y los constructores requieren y, a la administración, le apoye en sus decisiones.
Respetuosamente.
LUIS FERNANDO POLANÍA OBANDO
Rector (D)
Universidad del Quindío
Armenia, 15 de enero de 2019