La Maestría en Medio Ambiente de la Universidad del Quindío realizó el pasado 9 y 10 de junio del presente año el I Congreso Internacional de Aprendizaje T-learning en Tiempos de Cambio Climático, evento de dimensión internacional que congregó a 9 naciones de los 4 continentes como Colombia, Suecia, Vietnam, India, Malawi, Sudáfrica, Etiopía, Holanda y Zimbawe, en respuesta a los nuevos desafíos del Cambio Climático y la urgente necesidad de hacerles frente de formas innovadoras.
El encuentro académico y social, desarrollado en el Jardín Botánico y en el auditorio Bernardo Ramírez Granada, fue patrocinado y financiado por el Consejo Internacional de las Ciencias Sociales ISSC, liderado y organizado por la Universidad del Quindío y la Fundación Mentes en Transición, y compromete fundamentalmente las diversas situaciones problema en torno al fenómeno del cambio climático que afecta actualmente y de diversas formas el medio ambiente.
El T-learning se convierte en un aprendizaje regenerativo e inclusivo que transgrede hábitos insostenibles, tanto personales como institucionales, generando agentes de cambio para la transformación que requerimos.
María del Pilar Sepúlveda Nieto, directora de la Maestría en Medio Ambiente, resaltó la importancia del congreso ya que permite enfrentar de una manera más conjunta, con académicos de 4 continentes, todas las tensiones y el proceso de deterioro global que está sucediendo a raíz del cambio climático.
Dijo además que “es transcendental que nuestra Universidad esté liderando procesos de este tipo, estableciendo redes y vínculos con instituciones de educación superior de otros países. El hecho de que nosotros como institución ya estemos generando respuestas desde el medio académico a procesos tan álgidos como el cambio climático y el deterioro de la biodiversidad, nos coloca como pioneros pues es el primer congreso en realizarse y la idea es seguir estableciendo vínculos y procesos de cooperación para generar dinámicas de articulación con las comunidades y académicos en torno a este problema ambiental”.
El Congreso de Aprendizaje T-learning abarcó tres aspectos fundamentales para configurar su significado. Se considera Transformativo por comprender procesos psicosociales de transformación de la perspectiva cognitiva y emocional que conducen al cambio socioecológico y la afirmación de la vida; Transgresivo porque intencionalmente genera pensamiento crítico, agencia colectiva, capacidad de acción y cambios de hábitos mientras que desafía explícitamente a los sistemas normalizados que se han vuelto opresivos; y Transdisciplinario porque cruza fronteras para crear y afirmar conocimientos en formas interactivas y colaborativas que contribuyen a los cambios en la acción y en la práctica.
La docente e investigadora Martha Cecilia Chávez, directora de la Fundación Mentes en Transición, manifestó que “en un momento en el que ya todos estamos evidenciando realmente los efectos del cambio climático, y no se trata de la gente vulnerable, de las comunidades de base, se trata de todos nosotros, por lo que es de suma importancia encontrar espacios en donde podamos compartir los desafíos y, más importante aún, las soluciones.
“Es precisamente lo que se busca con la realización de este evento, tenemos 9 casos alrededor del mundo en los 4 continentes, en donde investigadores están colectivizando esfuerzos para mirar qué es lo que se está haciendo y como contribuir, pero desde unas investigaciones conectadas a la acción, al territorio, a la gente que está sufriendo, que está actuando y que está buscando soluciones”, expresó la funcionaria.
A su modo de ver, este evento debe constituirse en una semilla que se debería esparcir por todo el mundo, al ser momentos de dialogo entre culturas, experiencias, territorios, entre todo lo que trae cada persona desde sus ser y desde sus contextos.
Instituciones de educación superior como la Universidad de Rhodes en Sudáfrica, la Universidad de Wageningen en Holanda, la Universidad de Upsala en Suecia, organizaciones de base en la India, Vietnam, la UNESCO, la Asociación Colombiana de Ciencias Biológicas, que vienen utilizando la forma de buscar puentes entre la academia y esa realidad y plantear qué es lo que se puede hacer para lograr un cambio, son organizaciones de gran envergadura que hacen parte fundamental en la realización de este congreso.
Adicionalmente, dijo ser esta “la primera vez que un evento como estos se desarrolla aquí en la región, que demanda tanto esfuerzo para congregar personas alrededor del mundo de calidad académica y personal, que no solo vienen por una investigación sino con un propósito en común, que quieren presentar lo que ellos hacen y tejer con nosotros esos puentes organizacionales e institucionales, esto es de largo aliento y se convierte en una gran oportunidad”.
Para la directora de la Fundación Mentes en Transición, “solamente cuando hay diversidad real, una pluralidad en donde todos somos equitativos y nadie sabe más que el otro, cuando estamos humildemente intercambiando experiencias y saberes, es cuando realmente se da la innovación”.
La sudafricana Heila Betrie Sisitka, miembro del Instituto de Investigación de Aprendizaje Ambiental de la Universidad de Rhodes, coordinadora principal del proyecto T-learning, y quien lleva 25 años trabajando en Educación Ambiental, expresó que “este proyecto de investigación de mayor envergadura se hace especialmente desde las Ciencias Sociales. Vimos que era importante mirar estos casos en educación a nivel internacional porque son importantes las cosas que tienen para enseñarnos. Todos estos proyectos que se han escogido, todas estas iniciativas tienen ese elemento transgresivo, que van más allá para generar transformación”.
Expuso además que “estamos identificando formas de pensamiento y prácticas que podemos llevar al mundo de la educación y mirar lo que es educación y aprendizajes, no solamente en el sistema educativo sino en las comunidades. Hemos encontrado que hay aspectos muy similares y que contrastan en todos los casos, son elementos compartidos”.
Betrie Sisitka mostró su entusiasmo al encontrarse de visita por primera vez en Colombia y poder ver cómo están los proyectos en esta etapa final del programa, ver qué es lo que se puede hacer en el futuro con este grupo tan nutrido de experiencias internacionales congregadas en esta especial cita.
“Me encanta tener cercanía con el bosque aquí en la Universidad del Quindío, se puede sentir esa fuerza de cambio, cómo esa parte ambiental está tan conectada con la comunidad y se incorpora lo espiritual”, acuñó la sudafricana.
Durante la apertura del evento, hubo espacio para realizar pedagogía ancestral con ecoaldeas, en donde mediante un ritual, se abrió una conexión con la madre tierra yendo más allá de verla como lo ecológico, lo ambiental, y entenderla como un proceso más profundo, una conexión desde lo espiritual.
Bahamar Rivera Marín viene desarrollando un proyecto de ecoaldea familiar y comunitaria en Salento y expresó que “hay que llegar a comprender desde el corazón que la tierra es nuestro espíritu madre, el agua es un espíritu, el aire es un espíritu que nos permite respirar ese aliento de vida y el fuego es el espíritu de la transformación. Hemos tenido un bonito contacto y de mucho aprendizaje con diversas comunidades ancestrales en esta ocasión”.