La educación del futuro es ahora

Con la conferencia titulada “Nuevos Desafíos para la Educación Superior en el siglo XXI” orientada por economista Marroquí, doctor Jamil Salmi, la Universidad del Quindío materializó un evento académico internacional que hace parte de la celebración por su Acreditación Institucional de Alta Calidad y confirma el liderazgo de la alma mater en cuanto a promover las hipótesis sobre lo que debe ser la educación superior en el futuro para pensar el desarrollo de la región desde una perspectiva amplia sobre el rol del docente, la administración pública y las nuevas expectativas y competencias de las nuevas generaciones de estudiantes.

El experto internacional en Educación Superior de 66 años que se ha encargado de viajar por el mismo número de países en diferentes continentes del mundo para contrastar fortalezas y debilidades de la educación, tal y como quedó explícito este miércoles en el Centro de Convenciones de Armenia en el que se dieron cita docentes, directivos y funcionarios de varias universidades del Eje Cafetero.

Clases con duración máxima de 10 minutos, rembolso de inversión académica para egresados que no encuentren trabajo durante los primeros seis meses luego de graduados, salarios de docencia sujetos a la evaluación de los estudiantes y maestrías en finas artes como título de mayor honor académico, son algunas de las propuestas que ofrecerá la nueva dinámica de la educación superior que va llegando con el correr del siglo XXI y se podría extender a nuestros países más temprano que tarde.

Y es que desde la inmersión de los primeros computadores digitales hasta la creación de la web 2.0, los sistemas de aprendizaje se han ido transformando. La era digital ha generado la desaparición, creación y adaptación de los puestos de trabajo y la academia como institución encargada de preparar una sociedad culta y especializada, debe reinventarse para asegurar el desarrollo sostenible de la misma.

En cuanto a los escalafones y clasificaciones de las universidades manifestó que  “el hecho de que seas líder hoy, no implica que lo seas mañana sino se continua invirtiendo. Así también funciona en la instituciones acreditadas”. Por eso, desde la experiencia como académico y observador de las mejores escuelas a nivel mundial, sugirió la importancia de proponer nuevas competencias y habilidades, nuevas prácticas pedagógicas, el uso de las nuevas tecnologías, la preparación de profesionales globales, el incentivo para el trabajo colaborativo, el estímulo de características en las personas (curiosidad, persistencia, iniciativa, adaptabilidad, liderazgo, conciencia, entre otras), y el desarrollo de proyectos  como modelo de aprendizaje.

De esta forma, las universidades podrían asegurar el fortalecimiento de las institucionalidades, la generación e implementación de conocimiento, la contribución de valores positivos para los ciudadanos y sobre todo el desarrollo sostenible de una sociedad que está en permanente cambio.

 Agencia Q – Ángela Murillas

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