Buscando conocer de primera mano los avances científicos que contribuyen a combatir el cáncer a nivel mundial, la Universidad del Quindío recibió la visita de la doctora Cristina Mateo Acosta del Río, asesora científica de la Dirección Comercial del Centro de Inmunología Molecular de Cuba, quien vino a impartir un curso de Ingeniería de Anticuerpos o Humanización de Anticuerpos Monoclonales y su uso en la terapéutica para contrarrestar este mal.
Charla con estudiantes de la Maestría y el Doctorado en Ciencias Biomédicas Doctora Cristina Mateo Acosta del Río
Por cuatro días, la PhD cubana brindó un ciclo de conferencias a los estudiantes de la Maestría y el Doctorado en Ciencias Biomédicas, abordando temas relacionados al uso de anticuerpos humanizados en cáncer, anticuerpos monoclonales, la Biotecnología en Cuba, la Inmunoterapia del cáncer y la capacidad que tiene el científico de hoy para implementar estos métodos de forma promisoria.
En primera instancia socializó con el colectivo científico de Uniquindío el panorama general de la Biotecnología en el mundo y particularmente en Cuba, compartiendo toda su experiencia en el Centro de Inmunología Molecular y los productos que han podido patentar a través de los sistemas empleados allí para tratar de pugnar tan compleja afección mortal. A segunda jornada dictó una charla centrada en la Inmunoterapia del cáncer, enfatizando el hecho de que sin biotecnología no existirían los anticuerpos humanizados, métodos usados actualmente por ser bastante prometedores para dicho fin. Al tercer día, se enfocó en la Ingeniería de Anticuerpos o Humanización de Anticuerpos, una ingeniería bastante costosa y privativa de muy pocos países en el mundo.
Por último orientó su intervención al desarrollo de los anticuerpos humanizados y su estado en el contexto mundial, incluso, se valió de algunas notas periodísticas de nuestro país en las cuales se manifiesta la intención de los científicos colombianos de utilizar estos métodos en el tratamiento de este mal.
La visita de la ilustre investigadora se materializó gracias a la gestión realizada por el doctor Jhon Carlos Castaño Osorio, docente del Programa de Medicina uniquindiano, quien obtuvo aval de las directivas de la Maestría y el Doctorado en Ciencias Biomédicas para contar con su presencia. Sobre ella, Castaño Osorio acotó: “creo que el principal aporte que nos brindó fue el tesón y el empeño que ha puesto en su vida como investigadora por más de 35 años de carrea dedicados a la producción de unas sustancias muy exitosas empleadas para el tratamiento del cáncer. Ella nos puede contar con orgullo que más de 79.000 pacientes en 30 países del mundo, entre ellos Colombia, se han beneficiado con uno de los productos que ella ha desarrollado”.
Según la experta cubana, la inmunoterapia del cáncer en enfermedades autoinmunes hoy es tratada a través de los anticuerpos o vacunas. En ese sentido, la vinculación de las Instituciones de Educación Superior es vital pues son fuente de ciencia para el desarrollo de este tratamiento en otras partes, por lo cual se hace necesario socializar estos temas de vanguardia en las universidades.
“Colombia aún no tiene un gran desarrollo en este campo tan complejo. Debe haber una voluntad científica expresa y contar con un presupuesto importante dedicado para dicho objetivo, involucrando empresas que contribuyan con el desarrollo científico, investigativo y económico que a la vez permita grandes avances y se puedan patentar productos propios de calidad”, declaró la doctora Cristina.
Asimismo, la especialista en procesos anticáncer puso como ejemplo el modelo científico cubano. “En Cuba existe un sistema muy bien organizado, mediante el origen de los Institutos Nacionales de Investigación en Salud Pública a través de los años, tomando como ejemplo el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, el cual ha sido una escuela generadora de biólogos moleculares, de personas muy talentosas que han enfocado sus estudios y su trabajo en aras del desarrollo biotecnológico, algunos de ellos se encuentran adscritos a otros complejos como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Centro de Inmunología Molecular donde me desempeño, y el Instituto de Medicina Tropical ‘Pedro Kourí’ (IPK) dedicado a las enfermedades infecciosas; por mencionar algunos”.
De acuerdo a su criterio, la nación cubana cuenta de momento con más de treinta empresas de biotecnología, que unidas conforman todo un ‘polo’ científico y una organización denominada BioCubaFarma, la cual aglutina a la comunidad científica, biotecnológica y a la industria Químico Farmacéutica. Todos estos entes trabajan mancomunadamente con el Ministerio de Salud Pública para que los productos tengan una salida más expedita.
De su visita al país por vez primera y su paso por la alma mater, Acosta del Río precisó: “Compartir mi experticia con esta comunidad universitaria ha sido una experiencia muy linda. Ellos han participado activamente en las conferencias y poseen una voluntad enorme de trabajar y lograr cosas grandes para el bien de la ciencia. Me enamoré de Colombia por la amabilidad y calidez de su gente”.