En el auditorio y sala de consejos del nuevo bloque de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables de la Universidad del Quindío, se llevaron a cabo las actividades centrales de la visita al departamento de los embajadores de Alemania, Michael Bock y de Francia, Gautier Mignot, quienes compartieron sus opiniones sobre las particularidades de los conflictos que han vivido sus países a lo largo de la historia y los procesos de reconciliación que dieron origen a la Comunidad Económica Europea.
En primer término tuvo lugar el encuentro con el Rector José Fernando Echeverry Murillo las directivas universitarias y los medios de comunicación, con la participación del director de la Alianza Francesa en Armenia, señor Julien Martin y el Cónsul de Alemania para Quindío, Caldas y Risaralda, Norbert Pudzich, después de lo cual se dio paso al Foro abierto Alemania – Francia: Poder, Conflicto y Reconciliación.
La apertura del evento académico, luego de las palabras de bienvenida del rector, estuvo a cargo de la profesora de origen alemán Gisela Cramer, directora del Departamento de Historia de la Universidad Nacional de Colombia y el profesor emérito Pierre Thomas, ex Rector del Liceo Franco-Mexicano, quienes disertaron en torno a los momentos claves en materia geopolítica, social y económica que condujeron a la integración franco-alemana.
El panel final, con los embajadores, los académicos invitados y la participación especial del profesor José Manuel Pérez Bravo, de la facultad de Ciencias Humanas y Bellas Artes, moderado por el Cónsul alemán, se cumplió como una invitación desde la academia y la diplomacia internacional a reflexionar en conjunto acerca de una realidad histórica que nos vincula: la existencia de conflictos y la siempre urgente necesidad de construir caminos de reconciliación.
El Rector de la Universidad del Quindío, José Fernando Echeverry Murillo resaltó la importancia de este evento, enmarcado en los acontecimientos recientes de la obtención de la Acreditación Institucional de Alta Calidad. Señaló el rector en su intervención que “nuestros conflictos y confrontaciones pueden tener orígenes y dimensiones diversas pero siempre tendrán un idéntico e inaplazable desenlace: la reconciliación”. El rector uniquindiano destacó, además, la trascendencia de este encuentro internacional, “en medio de las circunstancias coyunturales y críticas que vive nuestro país, de cara a la exigente y accidentada consolidación de la paz y la reconciliación entre los colombianos, un escenario y una realidad que estamos empeñados en construir, después de más de medio siglo de dolorosa confrontación”.
Como lo reiteraron los panelistas en el foro y respectivo panel, “no existe una formula prefabricada para superar los escenarios de confrontación violenta, dado que todos los conflictos son particulares, aunque tengan rasgos comunes, y se encuentran atados a circunstancias geopolíticas y a intereses diversos, localizados en el tiempo y en el espacio”.
Dado lo anterior, resultó claro durante la discusión, en la que participaron activamente los asistentes, que para acondicionar el ambiente propicio para la paz, lo más indicado es escuchar y retomar, entre otras, las más significativas experiencias de Alemania y Francia, cuyos gobiernos y pueblos, lograron construir factores de entendimiento que les permitieron afianzar el proyecto de una Europa unida, aún después de siglos de confrontación.
Quedó claro, además, que no son pocas las amenazas a la estabilidad conquistada en el viejo continente y que los esfuerzos no pueden parar para mantenerla, sobre todo en momentos en los que las diferentes formas del populismo y el conservadurismo hacen pensar en su fragilidad y temer por su no permanencia en el tiempo.
La invitación, según lo manifestado por académicos, diplomáticos y directivas uniquindianas, es a ser optimistas, tal como lo señaló en su intervención, durante la rueda de prensa, el señor embajador de Alemania, Michael Block, no solamente en el futuro de una Europa dialogante y deliberante, en el contexto de un mundo mucho más tolerante y dispuesto al cambio, sino sobre el porvenir de un país que, como Colombia, logará afianzar el largamente aplazado bienestar social, económico y político que se merece y que constituyen los fundamentos esenciales para una auténtica paz, un estadio histórico que no alcanzaremos si no contamos con una educación de alta calidad, en todos sus niveles, en la que se promuevan la libertad y los valores democráticos, precisaron.
En opinión de los participantes del foro es necesario analizar el pasado y las consecuencias del conflicto colombiano, aún vivas en el presente, con mucha valentía, y escuchar los relatos de la guerra y la esperanza con la misma atención y respeto. Basta recordar el otro mensaje de uno de los conferencistas en el foro: “La verdad histórica no existe; existen muchas verdades en juego”.
Finalmente, como también se mencionó durante las intervenciones, “No se trata de endulzar el pasado, sino de analizarlo en toda su complejidad” y hacerlo de tal forma que las nuevas generaciones de colombianos y colombianas, puedan desempeñar, con suficiente ilustración, el exigente papel que les corresponde en la construcción de la tan anhelada reconciliación.
Redacción: Alejandro Herrera Uribe
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